jueves, 10 de octubre de 2013

Microrrelato: La maquina que no sabia sumar




En su tiempo era el modelo mas avanzado de calculadora que se podía adquirir en cualquier tienda de electrónica. Su resplandeciente carcasa plateada, era la envidia del resto de compañeras de vitrina., ella ufana presumía, de sus redondeadas y elegantes formas, de la voluptuosidad de sus teclas, de la belleza del colorido que reflejaba su pantalla.

Pero no era perfecta no sabia sumar, realizaba todo el resto de operaciones sin ningún problema: logaritmos, raíces cuadradas, calculaba senos y cósenos..todas esas complicadas operaciones en la que ella y sus hermanas tenían  capacidades de sobra para realizarlas.

Por este problema nadie la compro y permaneció en la vitrina con su resplandeciente carcasa, sus redondeadas y elegantes formas y con la voluptusiodad de sus teclas. Cada dia que pasaba veía con tristeza como sus compañeras de exposición eran vendidas a gente con aspecto inteligente ocultas tras grandes gafas.

Pero un buen dia fue comprada y llevada a una gran casa con grandes chimeneas, donde trabajaba extraña gente con monos blancos y mascaras en la cara.  Uno de esos hombres se hizo su dueño y le acompaño durante dias y noches de estudio, tocándola con lujurioso desenfreno.  Veía como el hombre anotaba en un hoja los secretos que le iba contando y posteriormente el hombre anotaba en una ruda maquina llena de obscenas luces sus secretos.

En fracciones de segundo un resplandor de millones de soles, abrazo a la resplandeciente maquina plateada de redondeadas y elegantes formas.

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